Después de un profundo retraimiento,
el principio de un largo viaje,
pude ver con claridad, se cayo el velo.
Pasando muchas noches de insomnio,
de caras tristes por doquier,
pude ver con claridad, se destapo el cielo.
Luego de ciertas lagrimas caídas
los ojos se cristalizaron para creer,
con risas y rosas y perfume de rocío.
Un día pasa, una noche viene
y ya no pesa . fluye, vuela y sonríe.
Nos despedimos de la amargura y el drama,
nos vamos de viaje hacia lo paradisíaco de la alegría
nos conquistamos con sonrisas, y esos labios que aun sonríen, fuerte.
Y esa boca que aun dice amor
y esos ojos que aun saben amar.
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