Somos lo no dado , lo olvidado, lo recaudado, lo que huye, lo que hiere. Somos lo que no fuimos, lo que soñamos, lo que nos fue quitado. Somos aquello que anhelamos, lo que sufrimos y pedimos.

Somos lo olvidado, lo no dado.

Somos lo que es, y lo que no es, lo que grita, lo que calla, lo que hace, lo que mata. Somos la música, la danza, el cuerpo y la voz. Somos las estrellas que perdimos, las vidas que no vivimos, los besos que no nos dimos, los abrazos que guardamos para otros brazos. Somos lo que no fue, los polos opuestos, el magnetismo inútil, lo prohibido, lo deseado.

Somos lo olvidado, lo no dado.

Somos la tentación, los si y los no, los de ellos y los nuestros. Somos el día y la noche, la luna y el sol. Somos las cenizas de esos crudos amores que se quedan en el aire. Somos volcán, tierra y mar. Somos luz y oscuridad, el yin y el yang. Somos por vos y por mi, y por eso no somos.

Somos lo olvidado, lo no dado.